martes, 23 de abril de 2013

FRESAS

Una de las frutas de esta temporada son las fresas.
Aportan pocas calorías, abundante vitamina C y E y antioxidantes. Son ricas en potasio y bajas en sodio

Beneficios del consumo de fresas:
  • Anemia ferropénica: por su contenido en vitamina C, la cual ayuda a la absorción del hierro. 
  • En período de gestación: por su alto contenido en ácido fólico. 
  • Hiperuricemia o gota: poseen un efecto diurético.
  • Hipertensión arterial: por su efecto diurético. 
  • Litiasis renal: favorecen la eliminación de ácido úrico y sus sales. 
  • Colesterol elevado: los antioxidantes ayudan a reducir el riesgo cardio y cerebrovascular que puede ocasionar. 
  • Favorece la transmisión y generación del impulso nervioso: por su contenido en vitamina E.
No se recomiendan en casos de:
  • Alergia a la aspirina (ácido acetilsalicílico): el contenido de las fresas en salicilatos puede provocar urticaria. Consumir de manera moderada. 
  • Litiasis renal por cálculos de oxalato: por su contenido en ácido oxálico, están desaconsejadas. 
Cómo comprarlas y conservarlas:
La temporada es de febrero a junio. 
Las fresas de calidad son las que tienen forma cónica y un color rojo intenso. A la hora de comprarlas, hay que asegurarse que no estén golpeadas, húmedas, con moho, ni con manchas negras y que estén enteras y con las hojas. 
Al llegar a casa, se recomienda lavarlas bien y secarlas y guardarlas en refrigeración. No partirlas hasta el momento de consumo, ya que se oxidará la vitamina C. 

Receta nutritiva:
Zumo de naranjas con fresas y plátano: 
Quitar el rabo a las fresas, lavarlas bien y partirlas en trocitos. 
Pelar los plátanos y trocearlos en rodajas finas.
Exprimir las naranjas. 
Mezclar todo y añadir un poco de edulcorante. 
Se dejará reposar 15 minutos para que suelten el jugo. 
¡Un postre muy rico y poco calórico para los días de calor! 

lunes, 8 de abril de 2013

"OPERACIÓN BIKINI"

Una vez pasada la Semana Santa, vemos más cerca el verano y empieza la famosa "operación bikini". Aunque es algo que no deberíamos llegar a hacer, ya que tendríamos que cuidarnos durante todo el año. Aún así, tendremos que perder esos kilitos de más para el verano de manera saludable.
Aquí os dejo algunos consejos para evitar el fracaso de la dieta:

  • La dieta tiene que ser siempre personalizada, ya que cada individuo tiene unas necesidades energéticas y de nutrientes diferentes, dependiendo del sexo, edad y actividad física. Un nutricionista es la persona adecuada para diseñarla. 
  • Debe ser formulada conociendo los hábitos alimentarios y la ingesta energética habitual, para ingerir menos calorías, pero que no haya déficits de nutrientes. Para ello, debe ser una dieta variada y evitar los que aportan "calorías vacías" (muchas calorías y pocos nutrientes, como las grasas, aceites y azúcar).
  • Informar y orientar sobre el valor nutritivo  de los alimentos a la persona que va a realizar la dieta.
  • Suprimir o restringir el consumo de alcohol.
  • En algunos casos, es necesario suplementar con vitaminas y minerales si no se alcanzan las necesidades.
  • No deben ser dietas muy estrictas, sino ser flexibles para dar cierta elección al consumidor y hacer de ella un hábito.
  • Fragmentar en varias comidas el total de los alimentos diarios de la dieta. Así evitaremos períodos de ayuno que provoquen hambre intensa, posibles atracones y comportamientos compulsivos. Además, el gasto energético por la acción termogénica de los alimentos y los procesos de digestión y metabolización es superior al distribuir la comida a los largo del día.
  • Realizar ejercicio físico para prevenir la ganancia de peso. Un pequeño exceso en la ingesta puede ser compensado por el ejercicio físico.
Existen tantas dietas como personas, pero muchas veces se suelen seguir modelos de dietas muy restrictivas que no cubren las ingestas necesarias de nutrientes y se abandonan rápidamente.
La pérdida de peso no tiene que ser rápida, sino poco a poco, la constancia será la clave del éxito. 
¡ÁNIMO CON LA "OPERACIÓN BIKINI"! 

jueves, 4 de abril de 2013

DIETAS DISOCIADAS

Este tipo de dietas se incluyen en las "dietas milagro". Se basan en la teoría de que los alimentos no engordan por sí solos, sino por la manera de combinarlos, por lo que se podría comer de todo de manera separada.
El error de estas dietas, es que los autores de ellas desconocen las bases fisiológicas y bioquímicas de nuestro organismo. Justifican que la digestión de cada nutriente se hace de manera independiente, por lo que existiría una digestión asilada para los hidratos de carbono, las proteínas, las grasas, las vitaminas y los minerales. Pero esto no es así, la digestión actúa como un todo, se digieren todos los nutrientes de manera armonizada.
Otra crítica sobre estas dietas es la manera de clasificar los alimentos. Consideran al pan blanco como hidratos de carbono, cuando también tiene grasas y proteínas; la leche desnatada como proteínas, cuando es un alimento mixto de proteínas e hidratos de carbono... No hay alimentos formados exclusivamente por un nutriente. 
El éxito de estas dietas se basa en que crean unos hábitos alimentarios en personas que llevan una alimentación más desordenada y en que, generalmente, sin dietas hipocalóricas. 

miércoles, 3 de abril de 2013

SOBREPESO Y OBESIDAD INFANTIL Y ADOLESCENTE

El sobrepeso y la obesidad infantil y adolescente ha aumentado vorazmente en las últimas décadas, el 30% de ellos tienen sobrepeso.
Cada vez con mayor frecuencia, las enfermedades asociadas a la obesidad, están apareciendo de manera más temprana en niños y adolescentes. 
La obesidad es un problema que afecta de manera física, psíquica y emocionalmente a este grupo.
Uno de los factores de riesgo es la carga genética, aunque los principales factores son la inactividad física y los malos hábitos alimentarios. 
La comida rápida y la falta de tiempo de los padres para preocuparse por la alimentación de sus hijos ha hecho que los niños aumenten mucho su ingesta calórica. Esto no se ve compensado con el aumento de horas de actividad física, al contrario, se come más y se hace menos ejercicio. 
La obesidad no es sólo símbolo de gordura corporal, sino que trae consigo otras enfermedades. Además, con muchas posibilidades, el niño obeso será un adulto obeso. 
Para evitar esto, hay que variar el tipo de alimentación, reducir las grasas saturadas, azúcar y sal.
Consejos generales:
- Realizar una alimentación equilibrada y planificada, evitando el exceso de bocadillos, refrescos, dulces... y, a cambio, aumentar la de frutas, verduras, lácteos, legumbres y cereales de grano entero. 
- Hacer ejercicio físico de manera regular con amigos y/o familia.
- Respetar los horarios de las comidas y evitar comer entre horas alimentos ricos en grasas y azúcar simples, ya que aportan muchas calorías y poco nutrientes, por lo que quitarán las ganas de comer alimentos mucho más nutritivos.
- Seleccionar lácteos semidesnatados, ya que el calcio es imprescindible para el crecimiento de los huesos y aportarán menos grasas. 
. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía: cereales y derivados (arroz, avena, maíz trigo, pan, pastas, galletas...) y legumbres, las cuales además aportan fibra. 
- Comer comida rápida de manera muy ocasional, ya que engorda mucho y alimenta poco.
- Comer despacio y sin distracciones de televisión, videojuegos... 
- Se debe comer con moderación y variedad: un poco de todo. 
- Toda la familia debe participar en unos hábitos alimentarios saludables. 

Es importante recordar lo que difícil que es perder los kilos de más, por lo que los esfuerzos deben estar centrados en prevenir el sobrepeso y la obesidad. 
¡PREVENIRLO ESTÁ E NUESTRAS MANOS!